Este año en Comas no difiere mucho de lo ocurrido en los dos
años anteriores de esta nefasta y corrupta gestión municipal, de alguna forma
debemos llamar a este mamarracho que vivimos a nivel edil y que obligatoriamente
trasciende a nuestra sociedad. Todos sabemos que por ley existe una normativa
municipal que nos obliga a los vecinos de un distrito local o provincial a
tributar y cumplir con normas municipales para el desarrollo de nuestras
actividades diarias; desde el pago del impuesto predial pasando por los
arbitrios, las licencias municipales de funcionamiento para realizar
actividades comerciales e industriales o empresariales, los certificados de
defensa civil que van de la mano con las anteriores, las licencias de
construcción, las constancias de posesión, certificados de parámetros, las
conformidades de obras, licencias de edificación, habilitaciones urbanas
nuevas, etc. que nos guste o no son de carácter obligatorio así como el
cumplimiento de normas municipales contenidas en diversos capítulos de los
procedimientos administrativos o TUPAS y en la misma ley 27444.
Pero hoy por hoy nos preguntamos: ¿quién o quiénes cumplen
con las normas y leyes señaladas no solo en Comas sino a nivel nacional dado el
paupérrimo nivel de los alcaldes que tenemos? Aquí en este blog vamos a intentar tratar el tema a nivel Lima
Norte y esencialmente a nivel Comas ya que de una u otra forma Comas es el
reflejo de lo que sucede en el resto de municipios de esta parte de Lima
Metropolitana. Hay a la fecha una anomia social total en Comas, de ambas
partes: los funcionarios ediles y los trabajadores municipales y los vecinos
que no cumplen ni respetan las normas y/o leyes, ese viejo pretexto tan usado
por la gente prepotente, “es mi casa y en mi casa hago lo que quiero” se
replica en todos los niveles, ya sea en una oficina municipal o en las calles y
plazas del distrito, desde el vecino inescrupuloso que construye sin licencia
hasta el funcionario que trafica con los procedimientos administrativos.
Desde hace tres años somos “gobernados” por un sujeto que en
2018 salió de la nada y ganó las elecciones municipales de manera diríamos
holgada ante otro sujeto impresentable que era en aquel momento el primer
regidor de una de las más corruptas gestiones ediles de todas la épocas de
Comas, sin ninguna duda nos estamos refiriendo en primer lugar a Raúl Díaz
Pérez de UPP y quien ahora pertenece a Avanza País, cambio interesado como ya
veremos después, el otro personaje es Ulises Villegas Rojas, el que nuevamente
intenta postular para chapar el sillón municipal, curioso sujeto este que
quiere ser alcalde de un distrito donde ya no vive desde hace muchísimos años y
que políticamente es un saltaperico, ha sido de Solidaridad Nacional, de La
Suma de Todos, de Perú Patria Segura y ahora pretende ser el candidato de Somos
Perú, ese vientre de alquiler que maneja Patricia Li y un tercero en discordia
no puede ser otro que el eterno alcalde de Comas, Miguel Saldaña Reategui,
abogado de profesión nunca ejercida y que por cuarta vez pretende ser alcalde
de nuestro sufrido distrito, sus tres anteriores gestiones marcadas por opacas
gestiones llenas de una corrupción total pero que no puede bajo ningún punto de
vista compararse con la que venimos soportando desde enero de 2019 con Raúl
Díaz y su cohorte criminal.
Troll estúpido, claro que es delito fiscalizar y sancionar
sin contar con la OM que sustente el RAS y eso fue lo que exactamente pasó en
Comas entre el 1ro. de marzo y el 15 de julio de 2020 con Bernardina Vásquez
Garay, Yerwing Velasquez y muchos otros fiscalizadores municipales más.