TENA SAAVEDRA, MIL VECES TENA. EN LA SUBGERENCIA DE TRANSPORTES DE COMAS, LAS COSAS ESTÁN QUE ARDEN…
“La gestión municipal no será cómplice ni partícipe de hechos irregulares” (Raúl Díaz Pérez).
Urgente, un salvavidas para la mafia que vive de los mototaxistas comeños.
A estas alturas todo se sabe…
Con SILASA, la empresa chalaca encargada de la “fiscalización” de vehículos mayores, las cosas están más claras: fiscalizan, imponen papeletas, “levantan” los vehículos (escondido tras el eufemismo de traslado), cobran las multas (30 % de la UIT = S/. 1320 y “rebajado” a S/. 660 dentro de los 5 días siguientes a la multa) y los montos de depósito (S/. 40 a S/. 50 x día, según el TUSNE, aprobado con RA. 208-2020-AL/MDC) y remolque con la grúa (S/.200 o S/250 si es vehículo liviano o pesado, según el TUSNE, aprobado con RA. 208-2021-AL/MDC). Todo un negocio.
Según el contrato con la Municipalidad de Comas, por cada vehículo, la Municipalidad se queda con S/.59 y la empresa SILASA con S/. 41, de cada S/. 100 de multa. Y sobre los montos de remolque y depósito, SILASA se las lleva toda.
¡¡Provecho, chugurino, te la llevas en paila!!
Pero con el Consorcio DORDIS la cosa cambia un poco.
La empresa chalaca encargada de la “fiscalización” de vehículos menores (mototaxis), las cosas están muy oscuras: fiscalizan, imponen papeletas, “levantan” los vehículos, cobran las multas (10% de la UIT = S/. 440 y “rebajado” a S/. 220 dentro de los 5 días siguientes a la multa) y los montos de depósito (S/. 30 x día, según el TUSNE, aprobado con RA. 208-2020-AL/MDC) y remolque con la grúa (S/.100, según el TUSNE, aprobado con RA. 208-2021-AL/MDC), otro gran negocio.
Solo que en este caso el contrato con la Municipalidad de Comas no contempla ningún porcentaje ni retribución a favor de la Municipalidad, y por ello, suponemos que se queda con los S/. 100 de cada S/. 100 de multa. Y sobre los montos de remolque y depósito, ni hablar, íntegro al bolsillo de la empresa.
Surgen preguntas muy interesantes:
Realmente los funcionarios de la Municipalidad de Comas y el propio alcalde, ¿son así de caídos del palto?, ¿realmente se les escapó la tortuga?, porque, cómo entender que el contrato no contemple la razón de ser de la tercerización del servicio de fiscalización: el ahorro de los costos de operación (bien por la entidad municipal), y la recuperación de parte del ingreso efectuado por la empresa en compensación de la concesión, que es lo obvio en los innumerables casos del mismo tipo.
Y el ejemplo más claro lo tenemos con la empresa SILASA, dedicada a la “fiscalización de vehículos mayores”, que, ojo, son montos mucho mayores, por unidad de infracción y en el monto total del contrato, sin embargo comparte parte de la torta.
Entonces, aquí hay gato encerrado, DORDIS fiscaliza, DORDIS retiene vehículos, DORDIS cobra en su misma sede (la mano del taita no toca este inusual negocio, ¿verdad?), y DORDIS se queda con todo, y no comparte con el dueño del negocio (¿?).
¿O sea que Raúl Díaz Pérez se pasó de gil….?
¿O sea que ningún funcionario se dio cuenta, pero tampoco van a corregir absolutamente nada?
¿O sea que en su único trabajo formal, ningún regidor comeño se ha dado cuenta del chueco, y tampoco lo van a fiscalizar, y van a pasarlo como una infantil mozonada, sin aparente daño al estado y cero responsabilidades funcionales?
¿O sea que nos chupamos el dedo gordo?
Que no quepa duda que la Subgerencia de Transito, Transportes y Vialidad, a través de su funcionario Tena Saavedra José Armando, es el responsable de este contrato de horror a favor de una mafia que vive de los mototaxistas, y que no ha tenido el menor escrúpulo en afectar a la propia entidad que representan.
Y, a pesar del comunicado hecho público a través de la página Facebook del alcalde Raúl Díaz Pérez Oficial (https://www.facebook.com/RaulDiazOficial), de fecha 22 de noviembre, da cuenta que la Municipalidad de Comas “ha decidido rescindir el contrato con el Consorcio DORDIS”, porque, señala, “la gestión municipal no será cómplice ni participe de hechos irregulares”. Quedan en el tintero temas harto picantes que la misma autoridad se ha encargado de poner en tela de juicio.