En nutrida conferencia de prensa, el súper ministro del Interior Daniel Urresti, presentó una “gran novedad”, la instalación de Línea 1818, que según el locuaz y parlanchín ministro servirá para denunciar cualquier abuso por parte de la policía. La verdad es que no le tenemos ninguna fe a esta modalidad de denuncia, personalmente creemos que a esta policía no la cambia nadie, mientras los policías sigan creyendo que los civiles estamos para servirlos y no al revés, seguiremos jodidos. Algunos dicen que el sistema 24 x 24 les ha quitado la dignidad y el respeto que antes se tenía por la policía. Ver a policías cuidando negocios particulares, y vaya qué negocios o qué empresas privadas; cuando vemos a policías cuidando fiestas chichas sin autorización municipal, policías cuidando o protegiendo paraderos vehiculares informales, chalequeando a prestamistas y usureros. Antaño el policía era el amigo del barrio, inspiraba confianza, verlo en horas de la noche era un alivio, siempre con el saludo cortes; estamos hablando del Guardia Civil, quien mantenía por su propia función un continuo trato con la población, con los vecinos; eran tiempos de prevención. Hoy en día la gran mayoría de policías ven con desidia, negligencia o simplemente no les importa las continuas faltas de los vecinos: miccionar en las calles, beber licor en plena vereda peatonal; hay conchudos que sacan hasta sus sillas impidiendo el libre tránsito con el agravante de que si se les reclama le dicen su vida y hasta golpe le quieren meter. Cuando vemos a los policías pasar como si nada por veredas ocupadas por vehículos que obstaculizan el paso peatonal. Hoy en día los policías solo causan temor y miedo entre la gran mayoría de la población: si recuperan un vehículo robado; cariño, si recuperan objetos y artefactos robados de las casas; cariño, por dar una copia certificada; cariño, por ir a constatar cualquier asunto que sea requerido por un ciudadano; cariño. Carajo, de chiquitos no tuvieron una madre que les diera “cariño”, todo lo ven plata. Un poco más y van a cobrar por saludar, así como Abregú en Comas.
Señor Ministro del Interior, si usted quiere combatir la corrupción policial, empiece por sancionar a esos malos policías, que con el cuento del Proxenetismo y la Trata de Personas se dedican a extorsionar a las trabajadoras sexuales, ya son conocidas las DIVINCRIS, -hablamos de esos comandantes que autorizan “operativos” fuera de sus jurisdicciones-, cualquier persona tiene que estar de acuerdo con los operativos policiales, dentro y fuera de las jurisdicciones policiales; siempre y cuando sean para combatir delitos, pero ir a extorsionar con el cuento ya mencionado, no es más que un vulgar delito; como choros salen de madrugada a operar ¿Por qué, si quieren combatir el Proxenetismo y la Trata de Personas no salen con la Fiscalía y sobre todo con personal municipal, que al fin y al cabo son los dueños del circo? Según la Ley Orgánica de Municipalidades, ley 27972; son los municipios los encargados del control y fiscalización de los prostíbulos, legales o informales. Basta ya de abusos, esos comandantes PNP de las DIVINCRIS de APOLO, VILLA EL SALVADOR, EL CERCADO, RIMAC y sobre todo, ese Comandante de la DIVINCRI de BREÑA y PUEBLO LIBRE, que estaría siendo investigado por la fiscalía Anti corrupción que interviniera hace pocos días a un Tnte. PNP de apellido Velásquez, quien fuera denunciado junto al Coronel PNP JOSE GARAY RUIZ por el delito de extorsión, cuidado, cuidado, comandante; en la primera de bastos lo graban y o lo filman y chau, a llorar a la playa; de baja y en cana, no sea angurriento, usted tiene bastante chamba en su jurisdicción, (¿o no?). También hace pocas semanas capturaron infraganti al jefe de la DIVINCRI de EL AGUSTINO, y hace poquitos meses sacaron a dos comisarios ¿se acuerdan amigos lectores? No hay derecho, las trabajadoras sexuales tienen derechos humanos, como usted o yo. Recordar que según una reciente estadística de la ONU, el Perú ocupa un triste y deshonroso tercer puesto a nivel mundial en violaciones sexuales, ¿Qué seria, si no existieran estas señoritas? Tal vez estaríamos en el primer lugar y nuestras mujeres, hijas hermanas o sobrinas, estarían defendiendo su honor, no se pasen sinvergüenzas, si quieren plata; trabajen, súdenla.
Chaucito
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