Sí, sí lo hay y fue escrito hace algunos años por don Alejandro Villegas Rojas, director y fundador de COPEGE-ESCUELA PARA ALCALDES. Veamos, de entradita no más, Villegas Rojas describía una sinopsis de la investigación sobre la administración municipal en el Perú, y la verdad es que este libro debería ser material de lectura obligatoria para todo aquel que ingrese a laborar en una municipalidad. Veamos por qué:
Sobre la estructura orgánica burocratizada y deficiente, decía Villegas: Que gran parte de las Municipalidades no cuentan con una Organización administrativa técnica y eficiente como resultado de un diagnostico funcional que le faculte a satisfacer la demanda de servicios y necesidades actuales de su municipio o jurisdicción, y que racionalice eficientemente el potencial humano y los recursos materiales y financieros con los que cuenta la Municipalidad.
Al parecer, don Alejandro veía el futuro de Comas, porque imaginar hace 5 años, en 2010, que un Alcalde y un gerente de Rentas basen sus recursos financieros para los próximos años en recaudar como sea los impuestos prediales y arbitrios de hace 19 años, impuestos que durante 8 años de gestión de este mismo alcalde y del mismo funcionario incapaz no fueron capaces de cobrar (años 2003 al 2010). Impuestos que, según el Código Tributario, ya entraron en prescripción; derecho de los contribuyentes que esos infelices se niegan a aceptar. La prescripción es un derecho, no una licencia ni un regalo del alcalde de turno y menos de un miserable “funcionario” servil y genuflexo.
Pero sigamos con el ABC municipal: La carencia de o desactualización de los documentos de gestión: se adolece de documentos normativos como el ROF, que defina y precise los niveles de Dirección, Asesoramiento, Control, Apoyo y de Línea y, si los hay, estos casi siempre están desactualizados o no guardan relación con los procesos de modernización y de reforma que se vienen dando en la Administración Pública. Asimismo, se carece de los Manuales de Organización y Funciones (MOF) por cada Oficina o Área que precisen la naturaleza de las funciones, líneas de autoridad, responsabilidades, atribuciones, etc., que permitan el control y evaluación permanentes del cumplimiento de la labor de los funcionarios y servidores de la Municipalidad.
Cuánta razón tenía y tiene, don Alejandro. Si alguno de los dos personajes que manejan el Municipio de Comas -no hablo de los otros dos: metro cuarenta, el popular OTAROLITA y la “tia que da cosa”, porque esos son negados para la lectura- hubieran leído este interesante libro, las cosas serían diferentes, claro que sí: jamás estarían ejerciendo como funcionarios el actual GM y la Administradora, el infeliz que funge de gerente de Desarrollo Económico, la subgerenta de Control Municipal y el papanatas de Seguridad Ciudadana, el bombero, no el otro, no el actual gerente.
Control y evaluación permanente, decía Alejandro Villegas Rojas, por supuesto, pero eso es lo que falta en este remedo de gestión edil. Si tan solo le hubieran regalado este interesante librito al actual teniente alcalde y, sobre todo, que lo hubiera leído, las cosas serían totalmente diferentes en nuestro distrito.
Hay mucho más por delante en el ABC municipal, como por ejemplo: LOS EXCESIVOS Y ENGORROSOS TRÁMITES ADMINISTRATIVOS, LA DEMORA EN LA ATENCIÓN DE LOS EXPEDIENTES, ESCASA EXPERIENCIA MUNICIPAL, CARENCIAS DE PERSONAL CALIFICADO, ESCASA PARTICIPACIÓN DE LOS REGIDORES.
Estos temas y otros los veremos más adelante ya que por ahora quiero referirme a un hecho destacado ocurrido en la última sesión de concejo, la del pasado martes 1 de diciembre. Se trató de una ampliación presupuestal que ni el alcalde ni su gerenta de Planificación y Presupuesto se ponían de acuerdo en qué lo iban a utilizar. Así estamos en Comas.
Pero lo bueno ocurrió cuando el rico diablo de Pulpin (el joven) quiso pasar gato por liebre al Concejo Municipal presentando como aprobado por su comisión el dictamen para dicha ampliación presupuestal, contando con tres votos a favor: los pulpines y la tía que da cosa 2. Este infeliz se quiso pasar de vivo otra vez, pero gracias a la incansable labor de vigilancia y fiscalización de Lucho Linares se pudo evitar este desaguisado, ya que se percató que el malhadado informe de Eddy Monster no contaba con el debido dictamen favorable de Asesoría Jurídica, por lo que era inviable. Gracias a este caballero, Linares, Comas se libró de otra barrabasada más de este atorrante que ya se está pasando de la raya. Su afán de enriquecerse a toda costa lo está llevando camino a su cañón: si no está presionando en Logística, está jodiendo en Transportes, o tratando de representar a algunos proveedores, se habla de la compra municipal de computadoras… ¿Hasta cuándo vamos a aguantar a estos HDP? Cambios ahora, ya viene la REVOCATORIA. CARAJO, si hasta su movimiento político quieren tener estos jijunas, ¿cómo se llama? NO SOMOS MACHOS... PERO SOMOS MUCHOS o SOMOS MÁS, SAO....
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