MINISTERIO PÚBLICO DE LIMA NORTE PARA EL DESAGÜE

 

La reciente decisión del fiscal adjunto Provincial del Tercer Despacho de la 1ra Fiscalía provincial Penal Corporativa de Lima Norte, Edinson Alexander Cuipal Napurí,  de cambiar la condición de detenidos a citados de los dos presuntos delincuentes capturados con las manos en la masa, siendo el primero de ellos: Víctor Marzuki Aquino Dávila, y en las inmediaciones de su trabajo, el Anexo municipal 01 de Comas, conocido como la 80, el segundo: el fiscalizador municipal Alfredo Quispe Chumbe.

Los hechos son harto conocidos por haber ocurrido hace 48 horas y ser publicados hasta la saciedad en las redes sociales y la TV nacional, Aquino Dávila es un tipejo conocido en las inmediaciones del Centro Cívico de Comas como un “tramitador” que labura con dos sujetos ampliamente más conocidos como el Gato Israel y el Negro Murga. El problema con Aquino Dávila es que este sujeto, reiteramos no tramita documentos (lo cual es perfectamente válido según la ley gracias a la representación de terceros naturales o jurídicos, art. 115.1 de la ley 27444) sino que estafa con el cuento de solucionar problemas realizando dichos tramites o gestionado soluciones.

En el caso concreto que nos ocupa, el accionar organizado por el alcalde de Comas Ulises Villegas Rojas y el Cdte. PNP del DEPINCRI-COMAS fueron impecables, montaron un operativo destinado a capturar a estos dos sinvergüenzas denunciados por la dueña del hotel, quien también es cómplice y no víctima en esta fechoría, que tuvo como primera consecuencia la captura de Victor Marzuki Aquino Dávila infraganti con los 5,000 soles en los diferentes bolsillos de su ropa, dinero entregado por la “víctima” momentos antes de la intervención policial, luego de un cortísimo interrogatorio policial, donde se aplica la famosa frase, le pegaron una cachetada para que hable y 20 para que se calle. El gordo Aquino cantó hasta por los codos y echó a su causa, Alfredo Quispe Chumbe, que fuera detenido pocas horas después en las inmediaciones de su chamba en la 80, como se le conoce al Anexo municipal 01, donde quedan las oficinas de la subgerencia de Fiscalización.

Hasta aquí los hechos conocidos por la opinión pública, lo siguiente es la actuación del fiscal Cuipal Napurí de quien ya sabemos que trabaja como fiscal adjunto provincial del 3er. Despacho de la 1ra. FPPLN y quien dispuso la liberación de ambos personajes detenidos, Aquino y Quispe al cambiar su status de detenidos por citados y la orden con amenaza de denunciar a los policías a cargo de la investigación a Inspectoría General PNP si no se cumplían sus órdenes. Los motivos fueron que el tiempo ya se vencía, las mismas razones corruptas de la Abad Tandazo y de otros tantos fiscales de medio pelo cuyas decisiones no alcanzan la notoriedad de esto casos denunciados en las redes y medios televisivos.

Aquí les alcanzamos las “motivaciones” del fiscal adjunto, ni siquiera el titular de la 1ra. Fiscalía, mejor dicho, no del dueño del circo sino de uno de los payasos, dejaremos para el final de la nota nuestras propias investigaciones sobre el par de pajarracos ahora liberados y prestos para seguir delinquiendo como si no hubiera pasado nada. Algo que debe ser conocido por la opinión pública es que una de las razones esgrimidas por el fiscal de marras se cae a pedazos por lo falsa y es aquella que dice que no pudo obtener a tiempo la documentación requerida para mejor resolver, porque tanto Ulises Villegas Rojas como alcalde, el Procurador Municipal Humberto Hidalgo Reátegui y la subgerente de fiscalización, Elizabeth Milagros Sulca Solano siempre estuvieron full pilas para colaborar con la entrega de la documentación que hubiera solicitado el fiscalillo mentirosillo. Ahora queda, repetimos, en manos de Villegas que la situación insostenible que reina en Fiscalización no quede impune, salvo mejor parecer.

Quisieramos aprovechar estas circunstancias para solicitar una inmediata investigación sobre ciertos hechos ocurridos en los últimos meses del año en curso que a pesar de haber sido denunciados han sido pasados por alto y se habla de un ocultamiento o amadrinamiento en este caso de Flor Ramírez a las involucradas en estos hechos, como Elena Martínez, Cinthia Samamé y Vilma Cusi, la primera de las nombradas ha sido rotada hasta en dos oportunidades en el último año, de Control y operaciones pasó a Transporte luego de regresar de manera sospechosa a Control ya convertida en Fiscalización nuevamente fue rotada, esta vez a Serenazgo y siempre por lo mismo, denuncias por presunta extorsión con Yape y videos incluidos, basta ya Sr. Alcalde.